La hormiga y el saltamontes
En un caluroso día de verano, una hormiga trabajaba incansablemente recolectando comida para el invierno. Llevaba hojas, ramitas y pequeños trozos de comida a su hormiguero, mientras que un saltamontes la observaba desde una rama cercana.
El saltamontes, que no tenía ninguna preocupación por el futuro, se burlaba de la hormiga por su trabajo constante. "¿Por qué te esfuerzas tanto?", le preguntaba. "Mira el hermoso día que hace, deberías estar disfrutando del sol en lugar de trabajar".
La hormiga, sin detenerse en su labor, le respondió: "El invierno está cerca y es importante prepararse. Si no trabajo ahora, no tendré comida para sobrevivir cuando llegue el frío".
El saltamontes siguió burlándose de la hormiga, mientras que ella continuaba trabajando. Pasaron los días y las semanas, y el verano llegó a su fin. El otoño comenzó a pintar las hojas de colores y el aire se volvió más fresco.
El saltamontes, que no había pensado en el invierno, comenzó a sentir hambre y frío. Buscaba comida por todas partes, pero ya no quedaba nada. Desesperado, se acercó al hormiguero y le pidió ayuda a la hormiga.
La hormiga, que recordaba la burla del saltamontes, le dijo: "Ahora que has perdido el verano divirtiéndote, tendrás que pasar el invierno con hambre. Yo te puedo ayudar, pero tendrás que trabajar para ganarte la comida".
El saltamontes, arrepentido de su pereza, aceptó la ayuda de la hormiga y aprendió una valiosa lección: la importancia del trabajo y la previsión para el futuro.
Moraleja:
Esta fábula nos enseña que la pereza y la falta de previsión pueden tener consecuencias negativas. Es importante trabajar duro y prepararse para el futuro, ya que nunca sabemos cuándo lo necesitaremos.
Valores que se pueden enseñar con esta fábula:
- Trabajo duro
- Previsión
- Responsabilidad
- Perseverancia
- Amabilidad
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